26 de marzo de 2023

Todos significa todos

El domingo pasado prometía seguir con algunas precisiones del Papa Francisco sobre temas de actualidad. Están contenidas en dos entrevistas que se publicaron en Infobae y La Nación con motivo de los diez años de su elección en Roma. A la primera la hizo Daniel Hadad, a la segunda Elisabetta Piqué.


Antes de entrarle a los dichos del Papa, creo prudente hacer unas precisiones sobre los conceptos de pecado y delito. Pecado es una ofensa a Dios. Delito es lo que la ley penal establece que es delito. A veces coinciden y a veces no: la codicia, por ejemplo, no es delito pero sí es pecado. Los pecados son universales porque lo que es pecado en Japón también es pecado en Canadá. Los delitos, en cambio, pueden cambiar según las leyes de cada país. Los estados confesionales, como las repúblicas islámicas, confunden delito y pecado; gracias a Dios, los cristianos preferimos la separación de la Iglesia y el Estado tanto como los anticlericales más fanáticos.

Los cristianos, además, confiamos en que hay una ley superior, que está inscrita en la naturaleza y contradecirla acarrea graves consecuencias individuales y colectivas, y no solo espirituales. El aborto o la eutanasia pueden no ser delitos para las leyes civiles pero sí lo son para la ley natural (la ley natural es la que permitió condenar a los criminales de guerra nazis que alegaban el fiel cumplimiento de las leyes de su país en los juicios de Nuremberg).

La homosexualidad no es pecado en sí misma y el Papa insiste en que no debe ser nunca un delito, como hoy lo es en unos 30 países, un tercio de ellos con pena capital. Lo que está mal –y es pecado pero no delito– es el uso del sexo para cualquier fin que no sea la procreación, pero a eso lo sabemos hace siglos y mucho más desde la encíclica Humanæ Vitæ de Pablo VI. Pero la respuesta de Francisco va muchísimo más allá: la salvación es para todos, sin exclusión de ningún tipo. Eso es central en el mensaje de Jesucristo y es la misión esencial de la Iglesia. Todos significa TODOS, también justos y pecadores, ucranianos y rusos, fachos y zurdos, gorilas y peronistas, ricos y pobres, cristianos y paganos, homosexuales y heterosexuales, casados y divorciados... Jesús llama a todos y cada uno resuelve su relación con Dios como puede o como quiere. A veces uno quiere y no puede, pero el Señor espera siempre, explica el Papa.

Si los curas pueden o no casarse, dice Bergoglio que no hay problema. Nunca lo hubo y los curas que no se casan son los de la Iglesia latina, occidental, pero entre los de rito oriental sí hay opción al matrimonio. Ante el planteo de si habría más vocaciones en el caso de que se permitiera el matrimonio a los sacerdotes, el Papa es contundente porque la experiencia de la Iglesia también es contundente a favor del celibato obligatorio de los curas, así que no le parece una buena idea y él mismo no piensa abrir esa ventana.

Respecto del divorcio, que las leyes de la Iglesia no admiten porque el matrimonio es para toda la vida, Francisco repite algo que dijo tres veces Benedicto XVI: gran parte de los matrimonios que se celebran en la Iglesia son inválidos por falta de fe. Y como no se puede disolver una cosa que no existe, bastaría con probar que no existió. El Papa recomienda acudir al obispo a quienes pretenden otra oportunidad: es el obispo quien tiene la jurisdicción y la competencia para sentenciar si antes hubo o no matrimonio. La nulidad de cualquier acto jurídico es un principio básico del derecho, lo novedoso es que dos Papas afirmen que la mayoría de los matrimonios por la Iglesia son inválidos.

Hablando de las resistencias a sus reformas, el Papa dio una gran lección de política contemporánea: sospecharía de decisiones en las cuales no hay ninguna resistencia.

19 de marzo de 2023

Capitalismo social


Jorge Mario Bergoglio cumplió diez años como Papa el lunes pasado. Fue el 13 de marzo de 2013 y con motivo de ese aniversario el Papa dio un par de entrevistas a dos medios argentinos: Infobae y La Nación. La de Infobae la hizo Daniel Hadad, el dueño de esa plataforma, que es una de las más visitadas del mundo hispanohablante. A Elisabetta Piqué, la corresponsal de La Nación en Roma, le tocó la de ese medio que ya no es solo un diario aunque tiene un diario.

Las dos entrevistas duran algo más de 40 minutos y tienen pocas preguntas en común, cosa que se agradece en el entorno endogámico del periodismo. La corresponsal de La Nación había visto o leído la de Infobae cuando llegó a la casa del Papa, así que daba por sabidos algunos temas que uno puede ir a ver todavía gratis a ese sitio web. En plena entrevista, la corresponsal de La Nación hizo su operación de marketing para que quedara claro a la audiencia que su relación con el Papa es antigua y estrecha. Se ve también que Piqué sabe más de pontífices y vaticanos, quizá por eso no hace preguntas que sabe que no deben hacerse. Hadad queda entre espontáneo y temerario cuando pregunta, por ejemplo, a quién votó Bergoglio en el cónclave.

El Papa habla de fútbol en las dos entrevistas y dice lo mismo: de los partidos del Mundial contra los Países Bajos y Francia –que no vio– saca la conclusión de que los argentinos empezamos bien y terminamos mal todo lo que hacemos. Hablando de esto me decía alguien que esa conclusión es una pavada atómica porque el fútbol es así: los que estaban del otro lado también querían ganar y tampoco pensaban rendirse. Pienso risueñamente que no es que los argentinos no sepamos rematar al adversario sino que no somos rematadores de nadie y no hay por qué humillar al adversario ganándole 6 a 0.

Francisco habla, también en las dos entrevistas, de su posible viaje a la Argentina. Estaba previsto para diciembre de 2017, después de Chile y antes de Uruguay, pero hubo elecciones en Chile y tuvieron que pasar el viaje para enero... y en enero, ya se sabe, no está ni el gato (textual del Papa). Las elecciones en Chile fueron el 19 de noviembre de 1917, así que el viaje se pasó a enero, pero a Chile y Perú. Argentina y Uruguay quedaron para más adelante y da a entender que puede ser después de las elecciones, que si son las de este año sería entre el 19 de noviembre y el 10 de diciembre, ya que, supongo que el Papa prefiere consolar a un pato rengo que gasta sus últimos días en el poder antes que bendecir a un flamante pavo real que inicia su mandato.

Entre otros temas –y es el punto de hoy– Francisco habla para los que lo tachan de socialista mal dormido o comunista trasnochado. Reivindica la economía social de mercado y la opone al capitalismo a ultranza y al comunismo despersonalizante. Quizá por un acto fallido, además de la expresión economía social de mercado, el Papa ocupa también capitalismo de mercado, cuando quiere decir capitalismo social, que es una gran expresión. En otras palabras, el mercado no es el único árbitro de la economía y la propiedad tiene una función social. El dinero, los bienes y los servicios no están a disposición absoluta de sus dueños sino que los tienen y administran para el servicio de toda la sociedad; no son solo para los ricos y el derrame para los pobres, sino para que los ricos se preocupen de los pobres (nada que no haya dicho ya Juan Pablo II, o el mismo Francisco en la Evangelii Gaudium). Además lo certifica la comprobación empírica de la entrada y la salida de este mundo: venimos sin nada y cuando nos vamos dejamos todo lo que acumulamos.

También habló de Ucrania, Venezuela, Nicaragua, la ideología de género, los abusos, los curas casados, el divorcio... pero quedan para el domingo que viene.

12 de marzo de 2023

Infierno en el puente


El sábado pasado se incendió un depósito clandestino de combustible en Formosa. Le cuento lo que pasó según informa la prensa de esa provincia, pero le advierto que no había que ser muy adivino para saber que algún día iba a ocurrir.

Muchos de los habitantes del barrio Las Orquídeas, al norte de la ciudad de Formosa, viven del contrabando. Pero para no hacer una valoración legal, mejor digamos que son comerciantes que viven del trapicheo de mercadería entre la ciudad de Alberdi, en el Paraguay, y Formosa, de este lado del río Paraguay. Para que se entienda mejor, le recuerdo que Alberdi está ubicada en una península –un meandro alargado del río– que se clava como un puñal en la geografía de Formosa. También anoto que Juan Bautista Alberdi es tan prócer en el Paraguay como en la Argentina, aunque por motivos distintos.

Alberdi era un gran jurista y sabía muy bien algo que se sostiene desde el tiempo de los romanos: la distinción entre las conductas que son malas en sí mismas y las que están mal porque una ley lo establece. A las primeras se las llama mala per se y a las segundas mala prohibita. Matar, torturar, violar, robar, estafar, mentir... son conductas malas en sí mismas y por eso las leyes las reprimen. El contrabando, en cambio, es el típico caso de mala prohibita, ya que lo que hoy es ilegal, mañana puede no serlo si cambian las leyes o si se diluye la frontera.

El incendio de Formosa se inició accidentalmente, mientras alguien fraccionaba combustible con una motobomba en un galpón del barrio. El fuego afectó también a un inmueble vecino y fue apagado por seis dotaciones de bomberos. Felizmente no hubo víctimas porque el hombre que manipulaba el artefacto pudo rajar a tiempo. Cuentan las crónicas que un bombero se descompensó, pero fue atendido y se recuperó rápidamente. Del depósito no quedó nada y los vecinos están bastante preocupados, no por el negocio de los paseros que les da de comer, sino por la seguridad del barrio, ya que no es el único lugar donde se acopia nafta para vender en Alberdi.

Es como para preocuparse, con tanto combustible trasegado sin ninguna norma de seguridad. Basta con visitar una estación de servicio para constatar las medidas que se toman para no correr riesgos y también los roles y protocolos que deben seguir los empleados en caso de que se produzca un siniestro. Para colmo, los que llevan combustible al Paraguay van y vienen con bidones o con tanques sumplementarios instalados en autos bastante desvencijados. Cuando van llenos son peligrosos porque van llenos y cuando van vacíos puede ser peor porque el aire y la nafta –que son el principio elemental del motor a explosión– pueden convertir un bidón con restos de nafta en un artefacto explosivo.

Justo unos días antes un buen amigo me comentaba que algo así puede pasar en Posadas. Hay que suponer que si existen en Formosa es muy probable que en Posadas haya lugares clandestinos donde se fracciona parte de la nafta que se carga en autos que cruzan a Encarnación. Más de una vez se han detenido autos con tanques extra fabricados artesanalmente. Imagínese el peligro que supone para la población o para los que cruzan el puente y pasan horas en la fila o en esos amontonamientos de autos que todos conocemos.

¿Qué pasaría si una chispa fortuita, un pucho mal apagado o un encendedor que prende un cigarrillo, provoca un incendio que empieza en un auto y se traslada en cadena a cientos de vehículos con sus pasajeros a bordo? Me imagino un panorama tan dantesco que mejor ni pensarlo.

5 de marzo de 2023

Inteligencia artificial es un oxímoron


Felizmente ya existe en el castellano la palabra oxímoron, aunque mi computadora todavía la marque como un error. Dice el diccionario de la Real Academia Española que es la combinación, en una misma estructura sintáctica, de dos palabras o expresiones de significado opuesto que originan un nuevo sentido. Existe en inglés desde el siglo XV, pero en castellano teníamos que decir contradicción en los términos, cuatro palabras para expresar el concepto que los filósofos solían decir en latín con tres: contradictio in terminis. Oxímoron es un compuesto de dos palabras griegas: ὀξύς (agudo, punzante) y μωρός (fofo, romo, tonto), así que la misma etimología de oxímoron es un oxímoron.

Es muy usado por los poetas, como otras licencias con nombres igual de curiosos. La Real Academia, luego de la definición, cita el caso de silencio atronador, pero hay cientos de combinaciones que usamos todos los días sin darnos cuenta, como instante eterno, tensa calma, sociedad unipersonal, tolerancia cero, o esos que te explican muy serios que si te dicen la verdad te mienten. Pero hay dos oximorones relacionados con las nuevas tecnologías de la información: uno es la realidad virtual, pero se queda acá.

El otro es inteligencia artificial, una expresión que no es nueva pero se ha puesto de moda a raíz de la irrupción de ChatGPT, un programa que tiene la capacidad de interactuar con los usuarios mediante el lenguaje natural. Es capaz de entender el lenguaje humano y responder de manera bastante coherente a través de una conversación. Está entrenado con una inmensa cantidad de datos del lenguaje, así que tiene gran capacidad de comprensión de lo que se le dice y genera respuestas consistentes en lenguaje llano. Básicamente es un sitio web que contesta preguntas o hace lo que uno le pide, siempre que su resultado pueda entregarse desde una pantalla, como un escrito, una receta, una carta, una presentación... y puede rendir sin dramas un examen de cualquier materia del colegio o de la universidad y, por supuesto, hacer trabajos intelectuales de esos que piden los profesores medio pesados.

No encuentra datos indexados para devolverlos en una lista interminable, como los buscadores tradicionales. Además de buscarlos, los combina, los compara y entrega una respuesta o solución que puede ser desde un libro entero a una receta de cocina adecuada a unos invitados precisos. Se le puede pedir que escriba un ensayo sobre un tema determinado, que nos resuma un libro que no queremos leer o que mejore el estilo de algo que escribimos. Lo más curioso es su interacción con las personas, porque contesta con onda humana y va asimilando los datos que uno le pasa cuando pregunta o cuando le corrige respuestas erróneas. Además es muy bueno con los idiomas, que traduce mejor que otros traductores y diccionarios que ya existen en las redes.

Pero es menos inteligente que su mascota... Dice cualquier cosa; comete errores gruesos y de todo tipo porque es capaz de relacionar información que hay en internet, pero no de razonar a partir de esa información. Además no siente nada, que es el input más importante de cualquier animal y nosotros somos animales racionales.

No hay, no existe ni puede existir, inteligencia que no sea humana. Por eso la inteligencia artificial es imposible, es apenas un nombre, un oxímoron. Solo la inteligencia humana es capaz de razonar, de abstraer, asimilar y relacionar conceptos, de tomar decisiones acertadas con datos incompletos o borrosos, de llegar a conclusiones lógicas, de descubrir premisas falsas, de averiguar qué es verdad y qué es mentira. Un algoritmo no es inteligencia, por más perfecto que sea y aunque sepa jugar al ajedrez. Los profesores pueden dormir tranquilos porque ChatGPT es menos inteligente que el más burro de sus alumnos; y los inteligentes de verdad podrán usarlo para saber más o para matar el tiempo, como todo en internet.