13 de febrero de 2017

Ruinas presas


La ciudad de San Isidro, en la provincia de Buenos Aires, tiene más de 300 años y aunque hoy está integrada en el llamado Gran Buenos Aires, en tiempos de su fundación era un pueblo de campo como otro cualquiera. Allí tuvieron sus estancias los Pueyrredón y los Márquez y entre las dos se fundó el pueblo que hoy es ciudad y suburbio en la rivera del Río de la Plata, unos 20 kilómetros al norte del centro de Buenos Aires.

Como estaba en el litoral fluvial, San Isidro siempre tuvo puerto, tanto que era más fácil llegar en barco que en carreta, igual que a todos los pueblos litorales la Mesopotamia en tiempos en que los caminos y los medios de transporte eran bastante complicados, sobre todo por los bajos y las crecidas de ríos y arroyos que desembocan en el Paraná y el Uruguay.

El puerto fue creciendo con el pueblo y la ciudad. Hace 50 años tenía gran actividad comercial, buenos muelles de hormigón y grandes compañías areneras que explotaban con dragas la arena y el canto rodado de los lechos de nuestros ríos. Pero con los años la navegación deportiva le fue ganando a la comercial y yates y barquitos se empezaron a entrometer entre las chatas desvencijadas varadas en el fondo del río. Así que el viejo puerto se convirtió en un caos de restos de naufragios, areneras abandonadas y barquitos okupas que nadie controlaba.

Esta semana el gobierno de la provincia de Buenos Aires le transfirió el control y la propiedad de ese puerto al municipio de San Isidro. Y el municipio de San Isidro promete hacer ahora en el antiguo puerto un gran parque ribereño que ocupe las viejas dársenas y sus muelles y parquizar donde había galpones.

¿A qué vendrá toda esta historia?

Las antiguas misiones jesuíticas que jalonan el territorio de la provincia de Misiones y le dan su nombre pertenecen a la Secretaría de Cultura de la Nación y en la provincia que reclama su identidad no hay una sola repartición que se ocupe de cuidarlas.

Y para muestra bastan las ruinas de la Candelaria, que están bajo la custodia del Servicio Penitenciario Federal...